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Carlos Sanz: ‘Los ojos del lobo’

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Hoy vuelve a nuestra web el popular biólogo, fotógrafo, naturalista, divulgador y miembro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET), Carlos Sanz. Este gran especialista en el lobo ibérico sigue actualizando de tanto en tanto su blog ‘Amigo lobo’, del cual hemos extraído el siguiente artículo. Se titula ‘Los ojos del lobo’, y en él se explica cómo se ha gestado un proyecto documental (del mismo título que el artículo) relacionado con la coexistencia del hombre y este magnífico mamífero.

‘Los ojos del lobo’

Los ojos del lobo es un documental de la Asociación Amigos del Lobo de Sierra Morena que pretende preservar del olvido el testimonio y las vivencias de aquellas personas que convivieron con una especie, el mítico lobo ibérico, que –al igual que su legado cultural– se halla al borde de la extinción en el sur de España.

A través de las palabras de algunos de los últimos portadores de una ancestral cultura lobiega llamada a desaparecer, Los ojos del lobo muestra al espectador la Historia y la problemática del Canis lupus signatus en el sur de la península ibérica, así como el legado cultural y aquellos elementos patrimoniales (arquitectónicos, paisajísticos, pastoriles o antropológicos) más señalados que aún perduran en la Iberia meridional, y que deben su origen al lobo.

Narrado por la inconfundible voz de Ezequiel Martínez, (director y presentador durante más de 20 años del programa de Canal Sur Televisión Tierra y Mar), este largometraje tiene un indudable interés educativo, pues ahonda en la necesaria coexistencia pacífica entre esta joya zoológica y el mundo rural.

Los ojos del lobo constituye un grito desesperado en favor de la conservación de una especie clave en el equilibrio natural de los ecosistemas mediterráneos, amenazados por la superpoblación de herbívoros silvestres, que además pone en valor un importantísimo legado cultural y patrimonial del todo desconocido y equiparable al de otros territorios del norte de España y Portugal.

Este mítico animal dejó una impronta que va más allá de su pura dimensión biológica, y su huella es aún perceptible a lo largo y ancho de nuestra tierra en forma de topónimos, leyendas, refranes, romances, supersticiones, vocablos, construcciones rurales u hondas prácticas pastoriles hoy en desuso; elementos todos de un universo mágico que está a punto de desaparecer.

Los ojos del lobo se ha rodado en distintas localizaciones de Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha. Se han grabado desvencijadas construcciones ganaderas de defensa frente al lobo en la Sierra Norte de Sevilla, el Torcal de Antequera, la campiña sur de Badajoz o los montes de Andújar; vetustos chozos de pastores de la Sierra de Huelva y el valle del Alcudia; fosos y trampas loberas de Sierra Madrona y las serranías gaditanas (localizadas y filmadas por primera vez en la Historia para este documental); paisajes boscosos históricamente ligados al lobo de la desembocadura del Guadalquivir ;escudos municipales almerienses o granadinos en los cuales aparece la especie; majestuosos toponímicos como el puente romano del Lobo (El Granado); aldeas y pueblos andaluces que deben etimológicamente su nombre al Canis lupus; carlancas, cepos y chuzos loberos del valle de los Pedroches; o manifestaciones artísticas en forma de gárgolas o estatuas como la Fuente de los Lobos de Huéneja (Granada) o el Lobo Negro de Fuente del Arco (Badajoz).

Las imágenes de lobos proceden del archivo de Carlos Sanz Producciones/Ramiro Freire y de las grabaciones efectuadas en el Centro de Educación Ambiental La Dehesa (Riópar).

¿Quiénes son los ojos del lobo?

Pastores, cabreros, cazadores, guardas, propietarios de fincas cinegéticas, pieleros, naturalistas y estudiosos de la especie son los auténticos ojos del lobo. Ellos nos transportan a través de sus recuerdos a un mundo pretérito que forma parte de nuestra cultura, a tiempos pasados de romances y leyendas, de mastines y carlancas, de chozos y lobadas, de apriscos y barbacanas… de noches de tormenta en las que el lobo siempre estaba presente en todas las conversaciones al calor de una buena lumbre; toda una lección de vida, de generosidad y sabiduría para las generaciones venideras.

Podéis leer el artículo completo en este enlace.

Carlos Sanz

 

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