Todos tenemos derecho a que la vida nos brinde una segunda oportunidad, pero la realidad es que no siempre es posible. Por eso hay que estar agradecidos a aquellos que lo posibilitan, como es el caso de la ONG Moriah. Se trata de una asociación cuyo objetivo es la reinserción social de personas que están sumergidas en adicciones como pueden ser las drogas, el alcohol o el juego. También ayuda a aquellos que sufren de depresión o de falta de estima. De hecho, la ONG Moriah socorre a cualquier persona que necesite amparo y no sepa ni dónde ni a quién acudir.
El fundador, presidente y alma mater de la ONG Moriah es José Antonio Pardo, que ya había demostrado su enorme bondad y espíritu solidario como misionero en África. Pardo puso en marcha este centro de rehabilitación cristiano hace más de 15 años, y durante todo este tiempo más de 5.000 personas han pasado por sus instalaciones, que actualmente están ubicadas en Alcover y el Pla de Santa Maria. El programa de reinserción de Moriah consta de cuatro etapas, y muchos de los que consiguen acabarlo se reintegran en la sociedad con unos valores totalmente distintos y con unas expectativas ilusionantes de futuro.
La ONG Moriah, que forma parte de la Coordinadora d’Entitats de Tarragona (CET), tiene la intención de seguir creciendo y ayudando al máximo número de personas. Y es que como explica José Antonio Pardo, “no todos los que acaban en un centro de desintoxicación tienen problemas con las drogas o el alcohol. Una persona puede tener una mala racha y hundirse de un día para otro. Todos estamos expuestos a sufrir este tipo de crisis, y por eso tendemos la mano a todo el mundo, sin excepción”.
Se le otorga un Premi Ones por brindar una segunda oportunidad a miles de personas que ya habían perdido toda su esperanza, por demostrar que la drogadicción, la ludopatía o la depresión son obstáculos que pueden superarse, por abrir las puertas de su casa a cualquier persona que necesite ayuda, y por ser un ejemplo de bondad y amor en un mundo cada vez más deshumanizado.