Pablo Neruda no murió envenenado. El panel de expertos internacionales que ha examinado los restos óseos del poeta chileno Pablo Neruda no encontró rastros de agentes químicos o farmacológicos que hayan causado la muerte del Premio Nobel de Literatura, ocurrida hace 40 años, apenas unos días después del golpe de Estado de 1973 que llevó al poder al ex dictador Augusto Pinochet. Por el contrario, los exámenes confirmaron que el autor de “El canto general” tenía una metástasis avanzada por el cáncer a la próstata que le afectaba, así como la presencia de rastros de los medicamentos que se usaban en la época para el tratamiento esta enfermedad.
El informe fue presentado este viernes por el doctor Patricio Bustos, director del Instituto Médico Legal de Chile, junto a una docena de España expertos de Estados Unidos y convocados por el juez instructor Mario Carroza, quien hace dos años inició una investigación judicial a pedido de algunos familiares de Neruda y del Partido Comunista, al cual perteneció el poeta.
“No se encontraron agentes químicos relevantes que pudieran relacionarse con el desenlace de la muerte de Neruda” ni tampoco “evidencia forense alguna que permita establecer una etiología médico legal por causas no naturales”, indicó Bustos, que leyó las conclusiones del informe.
En las pericias de los restos participaron cinco expertos del Instituto Médico Legal (IML) de Chile, cuatro de la Universidad de Chile y cuatro extranjeros, la toxicóloga estadounidense Ruth Winecker y tres españoles, encabezados por Aureliano Lun.
El juez Carroza, en tanto, aclaró que este informe será incluido en su investigación, pero que no da por cerrado el caso, ya que aún hay diligencias pendientes.
El abogado querellante, Eduardo Contreras, insistió en que el informe se refiere a “agentes tóxicos químicos” y que aún falta conocer si hubo “elementos tóxicos biológicos”.
Durante los exámenes que se desarrollaron desde el pasado abril, cuando el cuerpo de Neruda fue exhumado, “no se encontraron agentes químicos relevantes que pudieran relacionarse con la muerte”, dijo a los periodistas Patricio Bustos, director del Servicio Médico Legal (SML) de Chile.
Agregó que los análisis toxicológicos efectuados en los restos óseos del poeta “acreditan la presencia de productos farmacéuticos para el tratamiento de enfermedades cancerosas, específicamente del cáncer de próstata, que eran utilizados en la época”
El cuerpo, precisó Bustos, presenta lesiones metastásicas que permiten confirmar, “por diversas técnicas complementarias entre sí” la “correspondencia con la enfermedad”.
“No se ha encontrado evidencia forense alguna que permita establecer una etimología médico legal por causas no naturales en la muerte del señor Pablo Neruda“, remarcó.
Así, los exámenes corroboraron la versión original de que fue el cáncer de próstata que padecía el que precipitó la muerte del autor de “Canto General” y “Veinte Poemas de amor y una canción desesperada”, entre muchas otras obras, el 23 de septiembre de 1973, en una clínica de Santiago.
Dicha versión tuvo una aceptación generalizada hasta mediados de 2011, cuando se abrió una investigación judicial a raíz de una querella presentada por el Partido Comunista, del que Neruda era militante, tras conocerse unas declaraciones de su antiguo chófer, Manuel Araya, a la revista mexicana Proceso.
Según Araya, Neruda fue envenenado con una inyección en la clínica en estaba internado, por agentes de la naciente dictadura de Augusto Pinochet.
La investigación quedó a cargo del juez Mario Carroza, quien ordenó la exhumación del cuerpo, sepultado junto a la casa de Neruda en la localidad de Isla Negra y a quien los expertos, que estaban reunidos en Santiago desde el pasado martes, entregaron hoy sus conclusiones.
Algunas muestras de tejidos de Neruda fueron examinadas en la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.) y en la española Universidad de Murcia.