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Susana Herrera: ‘Mi verano particular’

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Unos meses después de su primera aparición, hoy vuelve a nuestra red la periodista gaditana y miembro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET), Susana Herrera, quien nos envía un artículo publicado originalmente en su blog ‘Lágrimas de vida’. Se trata de un escrito, como es habitual en Herrera, sensible, emocionante y que evoca amor por todos los lados.

‘Mi verano particular’

Hoy, un día mas celebro la vida con mi pequeño, aunque ya cumplimos once años desde aquel día extraordinario en que pude contar por primera vez tus deditos de los pies y de las manos. Mirarte a los ojos sin pausa, y dar gracias por el grandioso milagro que me concedía la vida al experimentar, al ser, por primera vez, madre contigo.

Parece mentira, y se me hace difícil contabilizar a qué velocidad  pasa la vida, y  cada año que suma, ser capaz de seguir unida a ti tras la dimensión del encuentro, ese que me da la oportunidad de añadir vida a mis días, creciendo en Amor y multiplicándolo.

Hoy recordaré ese nocturno para piano de Chopin, que no sonará igual si lo toca un principiante, que si lo hace un virtuoso.

Simplemente porque uno de los dos pianistas ha dispuesto de toda una vida para practicar y aprender dónde hacer las pausas para que las notas se tiñan de pasión.

Pues lo mismo sucede con el concierto de nuestras vidas. Cada una de las notas, como decía la escritora Sara Ban, debe aprenderse y practicarse antes de alcanzar la armonía. Y lo mas  importante, aprender a hacer las pausas.

En ese camino estoy José Andrés, aprendiendo a hacer esas pausas. Intentando tocar las teclas adecuadas, desde mi equilibrio interior hacia el mundo, sin miedo a equivocarme en la elección de pregonar tu amor, a pesar de no tener como aliados ni el espacio, ni el tiempo, pero si nuestra conexión desde antes,  como la trilogía “Before” (Antes del amanecer, atardecer, & anochecer), que me descubrió mi maestro Petit. Con una diferencia con las películas, y es que en estos años, nosotros como madre e hijo, y no como pareja, hemos crecido y nos hemos desarrollado en dimensiones diferentes, pero esta relación, igualmente nos lleva tanto a lo trascendental, como a  lo prosaico, siendo también una historia de amor a destiempo.

No puedo dejar de dar gracias mi pequeño José Andrés, por este arduo camino, pero lleno de recompensas para mi ser interior, que crece tanto, que a veces le digo que pare, porque no me cabe en este cuerpecillo que Dios me dio…

Y mis pies quieren separarse de esta tierra y volar volando hasta parámetros tan bellos, que da pereza aterrizar de nuevo y equilibrar para poder  responder a mis responsabilidades adquiridas sin permiso, pero con la convicción de que merece la pena el reto invisible, pero sensible. Simple pero inmenso en pluralidad de seres y de historias, que me llegan desde ti, sin saberlo si quiera…pero se convierten en arcoiris para mi mirada y caricia para mi alma.

Hoy siento que florezco donde estoy plantada, siendo cada día, la rama seca en flor, como canta mi querido amigo Juanma Yague.

Y siento, como decía Sta Teresa, que “cuanto mas me quemas, mas vivo”,  haciéndome sentir la pasión como mi gran aliado, y eso no tiene precio, porque consigo abrazar las pequeñas alegrías, porque los detalles adquieren un gran significado, y alimentan mi alma, convirtiéndose en una de mis prioridades.

No puedo dejar de darte gracias, José Andrés,  por haber venido a este mundo a ser mi primavera constante, mi verano particular, tal día como hoy, un 21 de junio, día que naciste de mis entrañas, y siete meses  mas tarde,  volviste a ellas, porque juntos morimos,  y juntos volvimos a nacer.

Tu hígado y tus riñones en tres niñas, son ahora mi excusa donación  al mundo, aprendiendo a valorar la vida, y celebrarla contigo cuando me muestras sus raíces y sus alas, como dice Luis Galindo, los legados duraderos que podemos dejar a nuestros hijos, pero en nuestro caso, tú me los enseñas en cada amanecer, cada atardecer, y cada anochecer, y por ello quiero seguir viva hasta morir, y reunirme de nuevo contigo…

Gracias mi pequeño, hoy te beso triplemente a través de tus hermanos, Álvaro y  Gabriel y también tu papá Andrés…

Sabes que te llevo en mi sonrisa, para decirte constantemente cuanto  te quiero, porque sigues viviendo en ella…

Siempre, mamá.

Feliz cumpleaños tesoro.

Susana Herrera

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