Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET)

Únete a Nosotros - Adhesiones!

Óscar Molero: ‘Seiscientoseuristas’

dibujo_molero

El empresario, escritor y veterano miembro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET), Óscar Molero, vuelve a aparecer en nuestra web y de nuevo hace una llamada a la revolución social en España, no desde la violencia o las armas, sino desde el convencimiento de que primero debemos entender dónde estamos para poder avanzar. Y el punto en el que nos encontramos los españoles es ese en el que casi nos parece normal que haya salarios por debajo de los 650 euros. Se acabó la era de los mileuristas. Bienvenido a la época de las seiscientoseuristas.

‘Seiscientoseuristas’

Los sueldos están por el suelo y trabajo cuesta encontrarlo. Hay afortunados que cotizan a la seguridad social y desfavorecidos inseguros que persiguen, en esta capitalista suciedad, salir de la exclusión social encubierta que supone el sobrevivir estoicamente con salarios que no permiten llegar ni a mediados de mes ni a llenar el estómago. Ni más ni menos que un tercio de la población laboral española está nominada a cobrar menos de seiscientos cincuenta euros al mes y todavía nos atrevemos a decir que somos un país desarrollado.

Con una tasa de empleo juvenil desorbitada, un índice de pobreza infra natural y una corrupción política que sale de madre, padre y de espíritu de santo, seguimos haciendo cola en la sumisión y echando currículums a los empresarios del montaje depredador. No tener trabajo ni saber cómo conseguirlo es duro, pero tener que trabajar en condiciones sensiblemente infrahumanas aun sabiendo que el salario no va a ser suficiente ni para cubrir las necesidades básicas, es, si cabe, más frustrante y denigrante para el ser humano que quiere salir hacia adelante o sacar del pozo a su familia.

Perdidos los derechos laborales, desde este último giro a la derecha, parece como si nada no sirve y todo se aguante para conseguir un jornal. Hay tanta demanda de empleo que la oferta se ha vuelto sibarita en la selección y déspota en la remuneración al saber que hay cientos y miles de bolsillos vacíos esperando rellenarse con la minúscula permuta desinflada a la baja que reparten como limosna a regañadientes y que están diseñadas milimétricamente sin ninguna sensibilidad o apremio al buen hacer ante cuentas de resultados escandalosos para sus rotatorios súbditos.

Asombra ver cómo se desmantelan talleres asiáticos en condiciones insalubres y nos echamos la mano a la cabeza cuando vemos cualquier tipo de esclavitud, y no sabemos mirarnos al espejo de la fealdad laboral que decora con mucha cara nuestro desmaquillado país. Las franquicias de esclavos siguen su plan de expansión minimizando costes a toda costa para que su rendimiento vaya incrementando año tras daño, no tan solo por vender más, si no por adquirir y permanecer en el sistema del “low cost laboral”.

Empresas en las que la formación es escasa, la exigencia máxima, el sueldo mínimo y la rotación del personal permanente. Son captadores de necesidad y consumidores del combustible más valioso, la nueva energía incondicional del anónimo empleado, al que le dan la patada si no pasa por el aro del “extra gratis” y del “sí, amén”. Si dirigiéramos el consumo al servicio de nuestro propio beneficio, no costaría trabajo trabajar en nuestra propia casa sin tener que fugarnos como pobres al extranjero.

Además de reclamar la compra de producto racional y de proximidad, reivindico la inversión del gasto familiar en todas aquellas pequeñas y medianas empresas que incentiven el empleo joven, la nueva oportunidad al desahuciado y valoren el esfuerzo de sus empleados de una manera coherente mediante sueldos dignos de capacidad para vivir y crear ilusión.

No hemos venido a trabajar para sobrevivir ni tan siquiera a vivir para trabajar. El medio es importante para conseguir el fin y si los del medio se ponen en medio de nuestra felicidad, habrá que empobrecerles con nuestro desplante y olvido hasta ningunearles y conseguir su extinción. ¿Creamos empleo?

Óscar Molero

Comments are closed.

Post Navigation