Guillermo Anderson (1962) es una de las figuras artísticas más importantes de Honduras, hasta el punto de que no se puede hablar de música hondureña sin mencionar su nombre. Anderson cursó sus estudios superiores en la Universidad de California (Estados Unidos), lugar en el que empezó a componer sus primeras obras, si bien en aquella época lo combinaba con la actuación teatral. Así, compaginó sus estudios con el trabajo como actor en compañías profesionales de teatro latinoamericano. Se graduó con un título de Letras en Literatura Latinoamericana en 1986. De vuelta a Honduras, si bien siguió trabajando en proyectos escénicos, poco a poco fue tomando más relevancia su faceta musical, hasta convertirse en uno de los grandes nombres del país.
El músico fusiona percusiones hondureñas con sonidos contemporáneos. Sus actuaciones se enriquecen con la mezcla de ritmos tradicionales de la etnia garífuna (como la parranda y la punta) con ritmos caribeños más conocidos. De hecho, Anderson viaja puntualmente a zonas rurales de Honduras con el objetivo de recuperar músicas tradicionales olvidadas. Sus producciones ponen de manifiesto su riqueza en talento y versatilidad, mezclando todas sus influencias sin seguir un patrón determinado en su estilo.
Su intachable trayectoria como artista y persona (se ha involucrado en varias causas y campañas a favor de la educación y la salud públicas) le han llevado a ser nombrado Embajador Cultural de Honduras ante el mundo y a recibir la Orden Laurel de Oro. Internacionalmente, ha recibido aplausos en importantes escenarios de toda América, así como en Europa y Asia.
Y por encima de todo, Anderson tiene lo más importante: el cariño y adoración de todos los hondureños. En este sentido, hay que resaltar que su canción ‘En mi país’ está considerada como un auténtico himno alternativo en Honduras. Además, muchas de las canciones que ha compuesto para niños son cantadas a diario en las escuelas públicas.
¿Por qué le damos el Reconocimiento Foca Mediterrània? Por impulsar a través del arte y de la música campañas en defensa de la educación, el medio ambiente y la salud universal, por recuperar músicas tradicionales hondureñas olvidadas que corrían el riesgo de desaparecer, por ser la voz de un país necesitado de referentes, y por haberse convertido en el embajador cultural de Honduras en el mundo.