Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET)

Únete a Nosotros - Adhesiones!

Joaquín Araújo: ‘¡Qué grato lo gratuito!’

joaquiaraujo

Joaquín Araújo es un conocido naturalista, periodista, escritor, director editorial y miembro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET). En su artículo de hoy (publicado originalmente en su blog del diario ‘El Mundo’) Araújo nos habla sobre las curiosas contradicciones entre el consumismo y la naturaleza, dos realidades que conviven con nosotros en el día a día y que no podrían ser más diferentes.

 ’¡Qué grato lo gratuito!’

Zozobras, desagrados, incertidumbres siguen ocupando casi todas las posiciones que antes fueron del desvalijado bienestar. Precisamente esta usurpación ha llegado cuando muchos paladeaban la posibilidad de que sus vidas fueran ya para siempre agradables. Caras, desde luego, pero cómodas y seguras de acuerdo con la secuela esencial de un consumismo desmedido. Es más, agradar, se vaciara lo que se vaciara, venía a ser como la superación de casi todas las normas de convivencia. Todo ha valido -¿vale?- si era/es para el incremento de la capacidad adquisitiva. Sin embargo lo del bienestar no ha dejado, ni un solo instante, de ser uno de los más eficaces y engañosos eufemismos, en medio de un generalizado imperio de los mismos. Con todo,  poco más desagradable que lo convertido en norma para demasiados. Me refiero a tener deudas y bien no poderlas pagar o que el pagarlas te convierta, casi de la noche a la mañana en pobre, es decir algo poco grato para cualquiera. Destrozos que han permitido avistar que el modelo económico no tiene problema alguno en convertir lo grato en ingrato.

Todo lo contrario pasa ahí afuera en lo vivaz. En la Natura, para empezar no puedes comprar ni vender nada, solo aprender mucho, admirar más y serenarte como en ningún otro lugar. Además como no hay gobierno tampoco puedes responsabilizar, ni maldecir a nadie. De ahí la inocencia que destilan los paisajes. Pero hay mucho más, también en el lado práctico. La infinitud de esfuerzos que incesantemente despliegan los derredores nada demandan de nosotros y, sin embargo, nos están favoreciendo sin pausa. Ya se que no es lo mismo pero al menos consuela saber que en los escenarios naturales no hay paro, mucho menos deudas y que nada resulta caro, sencillamente porque todo lo esencial es gratuito. Una gigantesca inversión en continuidades se lleva a cabo en cada rincón del planeta no asfaltado o cementado. La plena historia de la vida desemboca en cada uno de nosotros sin que necesitemos mover un solo dedo para beneficiarnos de la avalancha de información, logros y destrezas que hay en todos y cada uno de los genomas con los que convive la humanidad. Pero son muchos los regalos, es decir bienes completamente gratos por gratuitos, que recibimos. La Natura es una base de aprovisionamiento por la que nada pagamos. Entre lo que nos regala figura casi todo lo esencial como la vivacidad en su conjunto, el crecimiento de lo que comemos, la transparencia de lo esencial, que sigue siendo el agua y el aire, la redistribución de los minerales y compuestos esenciales, como el fósforo, nitrógeno, oxígeno, azufre y muchos más. A lo que conviene sumar la fertilidad natural, acaso el proceso más complejo y necesario que conocemos.

De ahí que a unos pocos nos exaspere el que se desprecie tanto a lo que nos sale gratis. O a los que hacemos muchas cosas sin cobrar. Por eso nos atrevemos a proponer el reconocimiento de una ética de la gratitud hacia lo gratuito. Si lo haces hasta disminuye ese desagrado rampante que nos invade.

Joaquín Araújo

Comments are closed.

Post Navigation