“Pronto dejamos de recordar
lo que era inolvidable”.
(Parafraseando a Borges).
Hasta ahora, una vez pasadas las primeras reacciones humanitarias a las tragedias, la humanidad ha olvidado y ha seguido las pautas y el ritmo cotidiano sin tener ya en cuenta las inmensas heridas sin restañar. Un ejemplo todavía reciente es el de Haití. Inmediatamente después del terremoto -el día 14 de enero de 2010- escribí al final del artículo “A vuela pluma: Haití”, lo siguiente: “Los líderes deben saber que la sociedad civil tendrá, por fin, voz, sobre todo en el ciberespacio, y la elevará progresivamente. Que podremos mirar a los ojos de los supervivientes y decirles: el tiempo de la insolidaridad y del olvido, el tiempo del desamor, ha terminado”. Leer más →