Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET)

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Raúl de Tapia: ‘Las cipselas de la ensoñación’

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Raúl de Tapia es biólogo, director de la Fundación Tormes-EB y miembro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET). También es un colaborador habitual del programa ‘El bosque habitado’ de Radio 3 bajo el seudónimo de Raúl Alcanduerca. Una de sus últimas intervenciones en este programa radiofónico se titula  ’Las cipselas de la ensoñación’. Si queréis leer más intervenciones de otros autores, lo podéis hacer en la página de Facebook de ‘El bosque habitado’, aunque nosotros lo que realmente os recomendamos es que escuchéis el programa atentamente.

 ’Las cipselas de la ensoñación’

Concedido el permiso de la ensoñación, desciendo a las profundidades vegetales.

Como destino, los entramados de espinas punzantes, donde los tallos alados erizan las esquinas. Sobre un manto fino de cenizas blancas, una algarabía silenciosa de ánforas inmóviles: un rebaño de pulgones abreva savia amarga. Sin ser conscientes, emanan un rastro dulzón, una señal volátil que sólo perseguirán una minoría enlutada.

Una comitiva castrense y ordenada asciende por los óvalos y lanzas de las hojas, que ya desordenan su roseta fractal. Esta romería laica se haya atrapada en su propio rastro de ácidos fórmicos. Alineada y adicta, esta senda móvil decurre hasta el enrejado involucro, en cuyo cóncavo descansan las copas florales. Decenas de labios, lilas y purpúreos, se abren a las anteras sagitadas, arco y flecha como vencejos derribados.

El encuentro es pacífico, las hormigas arriban con ademanes del pastor. Sus antenas arrullan los pulgones, quienes ronronean melazas en agradecimiento. Una vibración y todo se altera. Una belleza hemisférica vierte incertidumbre: siete puntos negros sobre fondo rojo. Su voracidad por vaciar las ánforas es apagada por la guardia armada de los fórmidos. El pacto se cierra, un mutualismo de caricias, defensas y licores: “pax rata fiat”, la paz está sellada.

La ensoñación no está completa, necesita un golpe de efecto final.

Una brisa llega sin ser llamada. Este microcosmos de cardos y seres comienza un oleaje armónico. Un surtidor de parasoles puntea la calima, las cipselas coreografían una bóveda de cristales y deseos.

Por fin, ya todo es sueño.

Raúl de Tapia

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